¡Transformemos el silencio de una persona, en una conversación a varias voces!

A través de un trabajo de investigación que aborda distintas perspectivas del sufrimiento emocional, abrimos espacios de reflexión, análisis e intervención, en búsqueda permanente de soluciones para prevenirlo y erradicarlo.

Conscientes del grave impacto y de las dolorosas consecuencias que pueden llevar consigo las enfermedades mentales, queremos ofrecer herramientas variadas a distintos niveles, que promuevan líneas alternativas de pensamiento y provoquen una transformación positiva de las emociones, motiven a la empatía y generen acciones constructivas que fomenten el bienestar personal y social. Por ello, hemos desarrollado un programa interdisciplinario de actividades que, con el apoyo de diversas áreas y especialidades, convierten a la fundación en un centro integral de vida.

De manera
concreta:

Fomentamos la salud mental y el bienestar emocional
Trabajamos en la prevención del suicidio y de las enfermedades mentales
Ofrecemos tratamiento médico, psiquiátrico, psicológico y psicoterapéutico
Brindamos guía y acompañamiento a los supervivientes, familiares y amigos durante su proceso de duelo y reconstrucción

Hoy en día, la depresión es la principal fuente de discapacidad en México y la tasa de suicidios continúa aumentando de manera alarmante. El sufrimiento crónico inhabilita a las personas y les impide desempeñarse adecuadamente. Atender las problemáticas relacionadas con este tema, es un objetivo crucial. Nuestra fundación asume la responsabilidad de generar, recopilar y ofrecer información que contribuya a eliminar el estigma y sensibilizar a la población en torno al suicidio, produciendo contenidos precisos, accesibles y comprensibles para todos, y difundiéndolos a través de distintos medios y espacios educativos, informativos, culturales, artísticos y sociales.

El suicidio y sus diferentes problemáticas son un tema de salud pública y las malas condiciones de vida, una violación a los Derechos Humanos. Estamos convencidos de que para combatir el problema del suicidio a nivel global, se requiere no sólo de un adecuado manejo terapéutico, sino de una mayor participación por parte de la población, la capacitación adecuada a los profesionales en contacto con las personas con tendencia suicida y el soporte de organismos públicos y privados, para instaurar programas y políticas educativas y de salud, que contribuyan a disminuir el sufrimiento emocional de nuestro país.

​Invitamos a la sociedad mexicana a fomentar una cultura de empatía, que promueva y aliente la consciencia del otro, nos ayude a permanecer receptivos ante el sufrimiento ajeno y en constante disposición para ofrecer apoyo a todo aquel que se encuentre en estado de aflicción.

¡Transformemos el silencio de una persona, en una conversación a varias voces!